lunes, 14 de septiembre de 2015

Historia de Filmaffinity V

Muy buenas, continúo sin desfallecer con la quinta entrega de la historia de FA, una de las páginas sin las cuales no sabías que se podía vivir. Hoy nos toca el que ha sido uno de los temas que más ha dado de qué hablar en la historia reciente de la página, los fusiladores, por tanto ahí voy.

A lo largo de los más de diez años de historia de FA se han entablado multitud de discusiones, de dudas y de reinterpretaciones, la mayoría útiles, acerca de todo tipo de películas, sin embargo, sociológicamente hablando, no deja de ser muy curioso que la web haya dado para muchísimo más que eso en términos que nada tienen que ver estrictamente con el cine aunque a estas alturas poca discusión debería haber ya sobre eso.


Aparecen - y desaparecen - los fusiladores.

A principios y mediados de 2007, al mismo tiempo que comenzaban a votarse críticas y tenía lugar el auge de los usuarios polémicos, de las críticas inútiles y el surgimiento de las tribus urbanas, sucedió prácticamente en paralelo algo que no he comentado en mi anterior entrada; y es que otra de las grandes consecuencias del sistema de votaciones y tal vez las que más daría que hablar durante varios años fue la aparición de un grupo de usuarios a los que se les conocería como fusiladores. Personas que le daban un “mal uso oficial” al sistema de valoraciones persiguiendo con ello perjudicar a alguien. Haters de usuarios para entendernos.

Lo primero que debo decir es que no he podido descubrir quien se inventó ese nombre a ciencia cierta ni tampoco de donde salió si es que ya existía antes, tal vez fuese la administración. No puedo evitar comentar también lo curiosísimo que me ha parecido todos estos años que ese “mal uso oficial” fuera por votaciones masivas negativas y sin embargo las positivas se aceptasen sin ninguna discusión como algo natural. ¿Cómo llamarles entonces a ellos? Han circulado nombres como “sectarios”, “fanáticos”, “perros falderos” o “amiguetes” sin más. De la misma forma que cuando un amigo sube un video a youtube te pide que le pongas un SI pues aquí ocurría igual con las críticas hasta que llega un momento en que ni hace falta decirlo.

Simplificando lo máximo posible, porque en realidad tampoco hay mucho más que explicar de esto en sus primeros pasos, había dos tipos de fusiladores: por un lado los de usuarios, que se dedicaban a puntuar negativo a todas las críticas de un usuario concreto, y por otro lado los de películas, que puntuaban negativo a todas las críticas de una película para que así la suya estuviera beneficiada nada más publicarse al ser la única que no tuviera ese voto negativo (jo qué dedicación).

Los hechos toman ahora dos caminos separados, por un lado el de la administración y por otro el de los usuarios, y tranquilos que habrá tiempo para comentar de todo.


La administración. Nuevas mejoras.

Puesto que las mentes creadoras de FA tenían a su disposición una serie de potentes herramientas que contabilizaban y clasificaban minuciosamente cada voto registrado, no tardaron en darse cuenta de que algo raro empezaba a ocurrir con las votaciones de críticas. Dichas herramientas ayudaban mucho a localizar a los recién nacidos fusiladores aparte de aportar inestimable información estadística. Cuando el administrador entraba y veía que un usuario concreto había votado negativo a TODAS las críticas de una película y que además todas esas votaciones se habían producido en una franja de tiempo de dos minutos…pues está claro, ese usuario le está dando un uso negativo al sistema. Persigue beneficio propio a costa del perjuicio ajeno.



Elemental mi querido Watson.

Incluso valorándolo con total objetividad no hay nada que discutir, es prácticamente imposible que a ese usuario no le haya gustado una sola crítica de las ciento cincuenta que ya hay publicadas antes de la suya.

La administración se puso entonces manos a la obra para tratar de combatir este problema no deseado - no olvidemos que en FA hay una política que defender -, y aquí nos damos cuenta de una cosa muy interesante: puesto que el sistema de detección contra fusiladores se anunció en octubre de 2007, es decir diez meses después de inaugurar el sistema de valoraciones, vemos que este inconveniente le pilló a todo el mundo por sorpresa. Es cuanto menos curioso que nadie supusiera que algo tan evidente como votaciones negativas masivas pudiera ocurrir, sobre todo tratándose de informáticos que estamos acostumbrados a pensar en un montón de casuísticas.

Tal vez la administración pecó de inocencia en ese momento creyendo que el uso de las valoraciones iba a ser justo y objetivo al 100%, y la prueba es que ese sistema de detección no llegó hasta mucho más tarde en vez de ir casi en paralelo. Pero en fin, a mí me hubiese ocurrido igual.

Poco más tuvo que ver la administración en este asunto desde el punto de vista político salvo continuar sus esfuerzos para por lo menos minimizar los malos usos y procurar unas votaciones más justas - en apariencia - para las críticas; empresa que no terminarían hasta casi año y medio después cuando en febrero de 2009 se inaugura el sistema contra valoraciones negativas por película y no por usuario.

No se puede negar desde luego el tremendo esfuerzo realizado puesto que todas estas mejoras exigen su desgaste y no son producto de un día ni dos de trabajo, como tampoco la fijación por querer satisfacer lo mejor posible tanto a usuarios como a visitantes.



Te comprendo hermano, tratando con códigos traicioneros ocho horas y media al día para que luego se crean que tu obra ha salido de las ramas de los árboles.


Los usuarios. Comienzan las paranoias.

Llega el momento de comentar lo que en realidad es el grueso de todo este meollo. Todo lo que ocurrió a lo largo de ese 2007 y mucho más, que abarca todas las reacciones de los usuarios y de la micro sociedad de FA con respecto a los fusiladores, es un tema digno de cualquier tipo de tesis relacionada con la sociología y/o psicología. Un montón de caos, paranoias y estupideces que más tarde alcanzarían el techo del “caradurismo internetiano”. O por lo menos que yo haya visto en todos mis años de existencia.

Recomiendo activamente leer la siguiente crítica. Aunque nada de lo que voy a decir en un futuro se basa en lo que explica no tiene desperdicio para hacerse una idea muy aproximada de cómo se fue envenenando cada vez más la página (al loro, en el número uno de utilidad sin decir nada de la película, y van…):


¿Lo dices en serio tío, ¿lo dices de verdad en serio?, ¿o sea que si tú escribes un libro que es un desastre y todo el mundo te dice que es un desastre tú te sientes más arriba que si no te dicen nada? Me preocupa ya esto, gracias a Dios que este tío no se ha dedicado a la política porque ya le veo señalando a un montón de antiespañoles en cada esquina. Algo me dice que si en tus críticas salían muchos NO es porque a lo mejor solo sabes decir chorradas. Pero seguro que tú siempre eres el que vota SI y NO objetivamente cual Rey Salomón, en todos los votos, claro claro. Por cierto, ¿en qué demonios estaba pensando el validador que dejó pasar esto?



Imagen de lo que a veces parece que hace un validador, ejemplos sobran.

Vuelvo a lo mío. Lo que en realidad sucedió fue lo siguiente: al llegar las primeras oleadas de votaciones cierta gente, es decir los usuarios polémicos cómo no, pareció quedarse muy sorprendida porque en un primer momento sus críticas estaban teniendo tanteos ligeramente negativos en vez de ser masivamente endiosadas como seguramente dieron por sentado. “¿Votos negativos yo con lo bueno que soy? ¡Imposible! ¡¿Qué gentuza se ha atrevido?!”.

Estamos hablando de tonterías como por ejemplo tener un 2 de 4, un 15 de 31 o un 20 de 42 que tan solo sería un índice negativo cercano al cincuenta por ciento. Lo normal en un caso como este, es decir si se reciben muchos votos negativos, sería hacer una cierta reflexión personal acerca del uso que le estás dando a la página y que tal vez deberías cambiar tu forma de escribir las críticas. A mí mismo sin ir más lejos me pasó eso con una crítica de “La bruja de Blair” en que un usuario me escribió por las palabras demasiado dañinas que le dediqué a la película, y al final me dije: “Pues anda mira, tiene razón”, quité la crítica, la redacté de nuevo con un tono mucho más templado, y mucho mejor así. Me sirvió de toque de atención, sinceramente gracias.



Un toque de atención a tiempo viene bien, para la mayoría claro

Pero evidentemente los usuarios polémicos estaban hechos de otra pasta y debido sin duda al ego (que otra cosa no pero eso lo tienen en cantidades industriales) fueron incapaces de ver que esos votos negativos venían de toda la gente que les había tomado manía por las cafrerías que llevaban año y medio publicando, y que irónicamente lo raro era que sus críticas tuviesen votos positivos. En vez de hacer autocrítica su reacción fue más o menos esta: “¿Merecidos? ¡Qué va, si yo soy la caña de España! ¡Esos votos negativos los están poniendo un montón de gamberros para tocarme las narices porque tienen envidia de lo cojonudo que soy!”.

Hombre no sé, alguien que le ponga un uno a Ciudad de Dios simplemente diciendo que “es muy violenta y previsible” no debería esperarse muchos votos positivos, ¿verdad que no? A menos claro que seas un usuario polémico y tengas un ego a su altura, entonces sí, te sorprenderá un montón que no te los den a pesar de lo sincero que has sido.

Pero a donde yo quiero llegar realmente es a lo siguiente. Ya sé lo que se están preguntando, que los fusiladores existían era cierto, que algunos usuarios se estaban dedicando a poner todo NOES a un usuario o película era cierto, pero si los únicos que tenían las herramientas administrativas eran los administradores ¿cómo pudieron enterarse los usuarios normales y corrientes de que existían los fusiladores?



Imagen de una de las herramientas administrativas, inaccesibles para los usuarios.

La respuesta es muy sencilla, por el simple malpensar, un malpensar que de verdad podría dar para más de un artículo y más de dos en la sección de sociedad. Pocos meses después de comenzar las votaciones empezaron a circular mediante las críticas una serie de comentarios polémico-paranoicos del tipo: “Hay alguien por ahí que me está poniendo 0 de 1 en cada crítica que subo”, “¡Me están poniendo 0 de 1 en cada crítica y creyeron que no me iba a dar cuenta!” o “¡Hala majos ya le podéis dar al NO!” o “¡Hay alguien esperando a que yo ponga una crítica para votar negativo!”.



Y con mucho gusto que le he dado al botoncito, claro que sí bonito. A ver tío la señora ha vivido toda su vida bajo la bota de un marido acosador y además ha dependido de él económicamente siempre, ha vivido con miedos y complejos que ya son prácticamente imposibles de superar, y por eso no es todo lo sociable que debería ser, tal y como les pasa a las personas maltratadas. La hija se crió con un padre maltratador y por eso tiene brotes de fuerte carácter. No sé, ¿tan difícil es de entender esto? Y claro que la crítica ha quedado como ha quedado, aunque lo raro no es que a día de hoy tenga 64 votos negativos, lo raro es que tiene 43 positivos, cuarenta y tres personas que dan a entender que piensan lo mismo que este tío y que demuestran no haber entendido una puñetera palabra de la película. Pero en fin, la gente se ha dado cuenta y la crítica está la última en utilidad que objetivamente hablando es donde tiene que estar porque de útil no tiene absolutamente nada. Una pena que esto no pase con todas las críticas así.

Regresando a mis asuntos lo mejor que puedo hacer para explicar la clase de disparates que se llegaron a publicar en aquel momento es poner el siguiente ejemplo:

“Ayer puse una crítica y 24 horas después tiene un 0 de 2. ¿Qué explicación le podemos dar a esto?”.

A) De los cien mil usuarios - en 2007 - que hay registrados en la página ha habido dos a los que no les ha gustado. No se puede escribir a gusto de todos.

B) Alguien me está persiguiendo - los motivos no están claros pero debe ser un amargado que no tiene otra cosa mejor que hacer en la vida; ni estudiar, ni trabajar, nada -, y no contento con ponerme un 0 de 1 sin ni siquiera leer la crítica - aunque esto sea imposible de saber - se ha hecho una cuenta falsa para cascarme un 0 de 2 - aunque esto también sea imposible de saber -. ¿Y por qué precisamente yo y no otro? Ni idea, que en el mundo hay muchos tarados. No tiene nada que ver que yo no tenga ni idea de cine y que lleve año y medio soltando chorradas en esta web caiga quien caiga, por supuesto.

Bueno, pues al parecer mucha gente se creía la B. Sí sí, como lo oyen, así pasó y así se lo cuento. La opinión a la que más bombo y platillo se le daba desde las críticas era la B. Ostras chaval es que hace falta estar paranoico y tener el ego como el Faro de Alejandría para creerse de verdad esto.

Pero sí, había gente capaz de creerse que había fantasmas en las sombras esperando pacientemente cualquier movimiento suyo para poner negativos. ¿Creen que estoy exagerando? Pues no, más bien me estoy quedando muy corto. Atención al spoiler basura de esta crítica, está claro que éste es de la B:



Parece que lo dice en serio. Este tío se cree de verdad que de las cientos de miles de personas registradas en la página había realmente una cuya única misión en la vida era esperar a que él pusiera una crítica para votarle negativo. Claro, seguro que eso es lo único que le ha motivado a hacerse usuario de la página, y lo de registrar votos y poner críticas le importa un pimiento. Para rematar este usuario se dedica a anuncia a los cuatro vientos que él nunca utiliza el botón NO salvo cuando alguien insulta o critica a los demás, con un par. Vamos que quien esté libre de pecado que levante la mano y este levanta las dos.










¡Véis, ahí, son fusiladores, me persiguen, no estoy loco, vienen a por mí!

Y fue así como los fusiladores, a pesar de que eran usuarios e incluso críticos de la propia página - la mayoría mucho más antiguos que los listillos que los denunciaban -, completamente anónimos salvo para la administración, y aunque nadie pudiese demostrar nada sobre ellos, empezaron a acaparar mucha atención y a ser vendidos por los usuarios polémicos en una larga serie de pseudo críticas como una pandilla de impresentables, unos cyber gamberros que atacaban sin motivo a la pobre gente inocente, pervertían el sistema de votaciones, no respetaban la libertad de expresión, hacían daño a la gente haciéndoles desistir de subir más críticas por culpa de actuar en bloque, y que se merecían ser expulsados de la web; dando a entender de paso que los votos negativos que ellos - los polémicos - tenían no eran “auténticos” porque venían de fusiladores o de gentuza que ni siquiera se había molestado en leer las críticas. Vamos, egocentrismo en su - casi porque hay mucho más - máxima expresión.


"Oye Ibra hay un grupo en Facebook en que dos millones de personas dicen que somos unos egocéntricos”. “Tú ni caso Cris, ¿no ves que es el mismo tío que se ha hecho dos millones de cuentas porque nos tiene envidia?”. “Ah claro, qué capullo”.

Pero lo más desternillante de este asunto llegó precisamente con el comentado sistema de detección de fusiladores, con el que la administración pudo definitivamente actuar y así empezar a expulsarles de la página por el mal uso oficial que llevaban meses dándole a las valoraciones. Aunque no lo sé a ciencia cierta es de suponer que antes de la expulsión debió haber algún que otro aviso que cayó en saco roto.

De hecho existía una forma de darse cuenta, si una crítica con por ejemplo un 2 de 3 tenía un voto negativo de un fusilador, cuando el usuario era eliminado de la web se eliminaba ese voto y pasaba automáticamente a contabilizar un 2 de 2. Esto sigue ocurriendo a día de hoy, me consta que ese sistema de detección funciona hasta demasiado bien, tan bien que en ocasiones elimina hasta votaciones que son de gente normal, positivas también.

Tomando como baremo esta evidencia uno podría pensar que las críticas de los usuarios que tanto se quejaban de ser perseguidos de repente se “arreglarían” sin casi tener ningún voto negativo cuando los fusiladores fuesen eliminados ¿verdad? Pues bien, la administración puso en marcha el sistema de detección, expulsó a los fusiladores y entonces ¡Magia potagia! ¡Resulta que los votos negativos seguían siendo prácticamente los mismos!


“Oye Ibra, al final los dos millones de personas sí que eran”. “Tú ni caso Cris, si es que nos llaman egocéntricos porque tienen envidia de lo guapos que somos, en realidad el mundo no puede vivir sin nosotros”. "Ah claro, que capullos”.

Esto nos viene a demostrar que toda la fanfarria sobre los fusiladores había sido terriblemente exagerada durante todos esos meses, y que en realidad ellos no tenían ni por asomo tanta influencia sobre las votaciones negativas como los polémicos habían estado vendiendo a ciegas. Una segunda deducción de esto es que las famosas votaciones negativas eran en realidad de la gente normal. Sin duda los polémicos hicieron un ridículo histórico delante de todo el planeta, pero en vez de tragarse sus palabras y reconocer que se habían pasado - y mucho - de la raya con este asunto, decidieron simplemente continuar con lo mismo defendiendo una y mil veces que ellos habían tenido razón.

Y así los fusiladores se convirtieron en una especie de mito al que se recurría de vez en cuando si no se estaba de acuerdo con algunas votaciones, para así intentar disimular la antipatía social que hubiera, que por cierto no era poca. Y sin duda lo más gracioso es que ese mito haya prevalecido con los años a pesar de que en realidad los fusiladores ya no existen.Tal vez haya alguno de vez en cuando pero el sistema terminará cazándolo cual depredador paciente.

(Explicación para fanáticos).

A ver tíos que sí, que los fusiladores dejaron de existir justo en ese momento, que si tú programas un algoritmo y le dices “Oye cárgate de la página a todo el que te parezca que es un fusilador por esto y por esto” el algoritmo va y se lo carga, que los ordenadores no son como las personas.

La contracrónica

En mi humilde opinión la existencia de fusiladores (de usuarios) fue desde el principio mal entendida y mucho peor vendida, aunque convenientemente por los de siempre para encasillarse más y más en ese falso papel del mártir que ve lapidadas sus críticas a costa de su sinceridad. La administración tampoco colaboró mucho en este sentido puesto que en vez de llevar el asunto en privado decidieron proclamar a los cuatro vientos las mejoras. Se puede discutir si estos anuncios solamente servían para echar más leña al fuego de la que ya había y que más y más usuarios se cargaran de razones para quejarse públicamente de algo al saber, oficialmente hablando, que los fusiladores existían.

La realidad y la auténtica verdad humana sobre esto es que el fusilador no era más que un usuario normal, una persona normal, que al ver el sistema de valoraciones de críticas lo aprovechó para vengarse por fin de los cuatro imbéciles que habían humillado públicamente a sus películas favoritas y darles así una lección de humildad (normal, a mí también me darían ganas de cascarle un NO a la crítica de cualquier listillo que venga diciendo que el guión de “Con la muerte en los talones” es malo por mucha razón que crea tener). Porque una cosa es decir que "esto a mi no me gusta", y otra cosa son las vergüenzas que se llegaron a publicar. La verdad es que como venganza en sí es lo más sutil que pudo haber, tan solo pulsar un click en un botón sin insultos reales ni nada por el estilo.

Sin embargo a esas personas les traicionó su ímpetu y ese sentido de la justicia, cobraron esa venganza demasiado deprisa y a lo loco, poniendo demasiados votos negativos en muy poco tiempo facilitando así el mosqueo de la administración. Hubiese sido más astuto haberse armado de paciencia y haber puesto un voto negativo cada cierto tiempo para que esas parecieran más sinceros y menos pasionales.


Si aplico justicia a base de toñas soy un héroe, pero si lo hago mediante votaciones negativas me llaman fusilador.

Respecto a lo demás es muy fácil de explicar, como los usuarios polémicos solo sabían decir imbecilidades pues era lógico que los votos negativos no se limitasen solo a una o dos de sus críticas puesto que hubo tiempo de leerse muchas más a lo largo de un año y medio, y claro, cuando ya has leído cinco o seis críticas en que un tío va y suspende al Señor de los Anillos diciendo que “son todo batallas y más batallas para mentes adormecidas”, a Robocop diciendo que es una aberración reaccionaria de la FOX y a Forrest Gump porque todo le sale bien a un subnormal…pues ni merece la pena leer más, todos los votos negativos que tenga este "obtuso" son pocos.

Y logicamente su reacción - muy astuta por cierto - fue la de utilizar esos votos negativos a su favor para devolver la pelota diciendo que había muchos fanáticos que no soportaban una simple opinión diferente de la suya. "¿Cómo, que hay alguien a quien le joroban mis críticas? Pues a partir de ahora pongo el doble y que tengan que votar el doble". En el mundo hay gente así, es increíble ya lo sé.

Si en vez de ser cine esto fuesen videojuegos la cosa sería poco menos que un suicidio social. ¿Se imaginan a alguien diciendo en una web que Super Mario 64 es un mal videojuego y luego quejándose de que los fans le mandan a freír espárragos? Bueno seguramente esto no pasaría nunca, seguramente ese usuario sería expulsado de la web por aclamación popular, y es que en ese mundo la gente está mucho más disciplinada en ese sentido. Si no sabes apreciar los videojuegos es problema tuyo así que a decir chorradas a tu casa en vez de venir a decirlas a nuestra web. La diferencia está en que a un videojuego hay que dedicarle algo más de las dos horas que dura una película.

No se me ocurre qué más poner sobre esto de los fusiladores, aunque la verdad es que el siguiente post va a tratar algo más sobre los temas de debate que surgieron, todavía queda bastante de qué hablar. Hasta la próxima.

sábado, 9 de mayo de 2015

Historia de Filmaffinity IV

Muy buenas, continúo redactando la historia de Filmaffinity en este cuarto post. Aunque me temo que a partir de ahora pocas alegrías va a haber en esta curiosa historia llena de gente sin escrúpulos y fuegos cruzados.



Siguen las cosas raras

En mi post anterior he comentado acerca de las extrañas tendencias de la gente a votar SI automáticamente y reconociendo así por unanimidad como más útil una crítica, sabiendo que en realidad de útil no tiene absolutamente nada, y premiando mucho más la ignorancia y la chabacanería que la sabiduría.

Es un tema del que extrañamente muy poco o nada se ha hablado durante todos estos años a pesar de que tendría su interés para cualquier sociólogo. La razón es que ese posible tema de debate quedó totalmente eclipsado por otro que la comunidad vio con mucho más tirón mediático y que sorprendentemente resulta ser el opuesto; el que alguna gente votase NO indiscriminadamente en vez de SI, y de hecho hasta se inventó un nombre para etiquetarles: los fusiladores.

Antes de comentar mucho más a fondo sobre todas las vergüenzas y miserias que ese asunto - por llamarlo de alguna forma - sacó al descubierto, del que muy pocos lectores se han quedado limpios y que todavía no se ha cerrado del todo después de ya tantos años, dedicaré esta entrada a hablar del estado de la página y de la mejora siguiente.

Nos encontramos en la primera mitad de 2007, en esos meses de confusión e incredulidad en que misteriosamente los usuarios polémico-ignorantes-cachondos eran varios de los más votados, y los que más sabían de cine y/o más aportaban con sus críticas eran por el contrario ignorados y relegados a esa curiosa clase media y baja, ¿el motivo real? Tan solo por no tener la suficiente carisma o tirón con las palabras y no saber arreglárselas para captar suficientes SI.


¿Alguien me puede explicar qué demonios pinta esta crítica de número uno de utilidad en Gladiator si no dice una puñetera palabra de la película? Y lo más gracioso es que forma parte de una especie de saga de críticas que son todas prácticamente igual de inútiles y redactadas por otros tantos usuarios. Lleva ahí cinco años con más de cien votos de diferencia sobre el segundo, delirante es decir poco tío. Ah, y el usuario le pone un nueve a la película por…no se sabe todavía por qué. ¿De verdad que las restantes trescientas y pico críticas una detrás de otra no aportan nada ni dicen nada que sea más interesante sobre Gladiator que esto?



¡Trescientas críticas venga a hablar de la película y la más votada es la mía sin decir nada, pardillos! Eso debe pensar el pavo que la subió cada vez que se levanta de la cama.

La realidad es que la existencia de estas clases endureció muchísimo el miedo escénico a publicar una crítica que desentonara de lo que esa élite jerárquica hubiera reconocido por correcto - se empezaban a vender ya entre líneas como los poseedores de la verdad absoluta cuando se trataba de opinar sobre una película, y por extensión la referencia a la que cualquiera debería acudir por obligación -.

Si tú querías subir una crítica que tuviera un tres sobre una película que como críticas más votadas tenía cuatro o cinco seguidas con sobresaliente...pues te daba mucho más miedo que cuando el sistema de valoraciones no existía y no tenías por qué andar leyendo precisamente esas en primer lugar. Te daba esa sensación de que te iban a caer muchos NOES no necesariamente por tu opinión sino por ir en contra de las palabras que se habían implantado en la sociedad como paradigmas de la opinión mayoritaria.

Críticas como esta han intentado advertirlo a navegantes…


Desde luego si el psicólogo Solomon Asch aún siguiera entre nosotros estoy convencido de que no desaprovecharía la oportunidad de registrarse y lanzarse a diseccionar los comportamientos sociales a través de FA - recalco que es una web de cine - dejando en evidencia a un montón de listillos. Para los que no le conozcan este psicólogo se hizo famoso en los años cincuenta cuando realizó un interesante y acertadísimo experimento sobre el miedo humano a la hora de tener que defender una opinión discrepante frente a la mayoría. He aquí la noticia por si es de interés:


Todos estos complejos fueron rápidamente aprovechados por los usuarios polémicos, que tal y como he dicho supieron empezar a venderse como “valientes que dicen lo que muchos piensan en silencio pero no se atreven a publicar por miedo a recibir NOES”, esto implicaba críticas poniendo a caldo a peliculones reconocidos durante décadas; o por el contrario como “amantes del buen cine, no como otros cabestros que no saben apreciar este peliculón”, esta otra actitud era más adecuada para películas independientes de aspiraciones y notas generalmente más modestas.

Vamos, que si hago yo la gracia está bien y si la haces tú está mal.

La auténtica realidad era que como tanto el cine como los demás les importan un comino a estas gentes, pues no tenían ningún reparo en interpretar a cualquier tipo de avatar cuando les viniera en gana pese a contradecirse a sí mismos una y mil veces, tanto que hasta daría para dedicar un blog solamente a eso.

A medida que el tiempo seguía pasando fue hasta casi divertido observar cómo esos usuarios no parecían cansarse nunca de dar la nota atreviéndose a despreciar públicamente un dramón clásico de sacar los pañuelos y luego diciendo que habían echado la lagrimita por una comedia que les había llegado al corazón. Cada vez iba quedando más y más claro que lo que les empujaba a escribir críticas era tocar las narices e ir en contra de la mayoría para venderse como tipos que saben tener opinión propia. En fin, hay gente que no ha superado todavía la rebeldía de la adolescencia, cada uno a su ritmo. Aunque algunos ya venían así de mucho antes:


8.3 de nota media después de setenta mil votos, ¿seguro que esta película en realidad no le gusta a nadie y los setenta mil votantes han mentido?, ¿seguro?, ¿todos? Y encima la crítica tiene ochenta y tres SI. ¡Ochenta y tres! Algo me dice que si la escribe el vecino de al lado palabra por palabra con un nick distinto no los tendría.

En fin que ejemplos como este nos ayudan a entender que en FA seguían pasando cosas muy extrañas a la hora de evaluar las críticas, y aún hoy en día es curiosísimo ver como esa capacidad para el auto ridículo público quedaba anulada casi por completo por el inexplicable respaldo de las votaciones. Como ya he dicho si hay que elegir entre cachondeo o aportación real gana lo primero. Una pena. Internet es así.


Dios los cría y ellos se juntan

Por aquel entonces se habían creado en la página, o al menos estaban dando sus primeros pasos, varias tribus urbanas. Sí, tribus urbanas en una web de cine, difícil de creer ¿verdad?

Dos de las más famosas eran los “gafapastas” y los “snobs”, aunque a lo largo de los años también han aparecido otros grupos etiquetados como “fusiladores”, “trolls”, “festivales del humor”, “haters”, “flipaos”, y no nos olvidemos de los clásicos “frikis” que nadie sabrá definir jamás. Incluso recientemente mucho se habla en internet de los llamados “nolanistas”. Qué puede tener de especial o de malo ser fan de Christopher Nolan, uno de los últimos directores de culto contemporáneos, es un misterio.




Como en los viejos tiempos, elige bando, pero si no te sientes identificado con ninguno el raro eres tú.


He dicho creados porque en realidad dichos grupos nunca surgieron formalmente, sino que fueron críticas de tono polémico, y bien votadas por supuesto, quienes fueron introduciendo en FA todos esos conceptos callejeros a la vista de todo el mundo para empezar a etiquetar a las personas que no pensasen igual que ellos. A pesar de que la fanfarria a la hora de hablar de estos curiosos grupos es muy extensa el que más me llama la atención es el de los gafapastas, puesto que era una palabra que nunca había oído antes. En serio, es una palabra que aprendí en FA.

Para entendernos gafapastas es una de las muchas tribus urbanas imaginarias de hoy en día que en realidad nadie sabe definir; o al menos eso creo porque de las diez definiciones que he encontrado por ahí las diez parecen distintas. Ya he mencionado que con los frikis suele suceder lo mismo y que si preguntásemos a cinco personas podríamos tener cinco versiones completamente diferentes.

Supuestamente un gafapastas es alguien que se las da de intelectual y de enteradillo, que es un obseso del cine independiente para alejarse del cine comercial hasta que los autores de ese cine se convierten en comerciales y entonces son desplazados, y defienden una forma de vida alejada de las tendencias de moda de la masa. En otras palabras: que cualquier taquillazo hollywoodiense llámese Vengadores, Origen o Señor de los Anillos debería ser automáticamente despreciado por este grupo sin ni siquiera haberse dignado a verlo.



Imagen de lo que en teoría es un gafapastas, que mira tú por dónde igual te mete un baile hablando de cine y tiene más motivos para estar en FA que unos cuantos que yo me sé.

La realidad podría ser perfectamente otra gracias a la inestimable capacidad humana de juzgar con objetividad una película pero claro ¿a qué sinvergüenza que se ríe de cualquiera en una web le da por pensar en eso? Sobre esto que acabo de decir tan solo tres notas:

+ Primero: ¿y qué si prefieren el cine independiente al comercial? Allá cada cual y para gustos los colores. Luego los tipos que acusan a otros de gafapastas bien que se quejarán de que se repiten una y mil veces los mismos tópicos en las películas y que ya están aburridos.

+ Segundo: la principal arma arrojadiza contra los gafapastas viene a ser que no les llega la mente o el orgullo para saber apreciar una película que a ti te ha gustado. La respuesta es sencilla: tanto reírse de eso y a lo mejor resulta que tienen la media de votaciones más alta que la tuya y la campana de Gauss mejor definida. Más ironías al canto, a ver a quién le gusta más el cine y quién es el que tiene que hacer auto crítica en realidad.

+ Y tercero: todos somos humanos, necesitamos algo que nos guste de forma más privada y personal y que sea más desconocido para la inmensa mayoría. En mi caso lo tengo muy fácil, a mí me gustaba la lucha libre cuando en clase nadie tenía ni idea de qué era eso - estoy hablando de finales de siglo -, y yo me sentía bien por saber apreciar y disfrutar algo que los demás no sabían ni que existía. Hemos mejorado, hoy en día los fans damos cifras de audiencia dignas en NEOX cada fin de semana.




¿No sabes quién es este tío? Pues yo sí.

En mi humilde opinión, y en conclusión, estos gafapastas en realidad ni siquiera existen como tales. Ese término ha nacido, como todos los demás, por la obsesión de la sociedad contemporánea de etiquetar y colocar un término peyorativo a gente que no sea igual que tú. Cómo demonios se puede dar a entender que te las das de inteligente mediante críticas de cine cuando tienes miles de votos registrados y demuestras que sabes de lo que estás hablando es para mí un misterio. Es evidente que el mal pensar, una cualidad que abunda un montón por internet, tiene una importancia muy grande. Si no existe una crítica que ayude a encasillar a un usuario en una de estas tribus urbanas es casi imposible hacerlo solamente por ver votos, a menos claro que seas muy malpensado.

Respecto a las demás tribus los llamados “haters” son quienes se dedican a votar con unos masivamente a películas en que tan solo aparece un actor concreto o que son de un género concreto sin ni siquiera haberlas visto. Para muchos incluso ni siquiera se podría considerar un grupo al uso ya que todos podríamos ser haters de algo en concreto.

Observemos esta campana de Gauss en IMDB de la película “Los Vengadores: la era de Ultrón” estrenada hace tan solo tres días.




La nota de uno es la que más votos tiene entre el abanico de uno a cuatro. ¿Me están diciendo que mil quinientas una personas pagaron la entrada sabiendo qué clase de película iban a ver y aun así le pusieron un uno? Pues no me lo creo y más teniendo en cuenta que es una segunda parte, es más probable que hayan votado sin ni siquiera verla porque precisamente…saben qué clase de producto va a ser y son haters. El truco para hacerse una idea de la nota real es no hacer caso de los extremos, la nota de ocho es la más votada después del diez, y la media es 8,2. Es la que más se acerca. Prácticamente en cualquier película se pueden observar tendencias así.

Del resto de grupos poco más voy a comentar. Los usuarios polémicos empezaban a encajar cada vez mejor con el perfil de un troll, es decir los que más ríos de tinta hacen correr por sus comentarios y que no tienen inconveniente en disparar contra cualquiera, y que cuanto más caso se les hace más fuertes se vuelven, aunque claro, ignorarles es difícil por las burradas que publican tanto cuantitativa como cualitativamente.


¡A los monstruos no mirar!

En cualquier caso todas estas tribus urbanas que antes tan solo podían llegar a tener roces unas con otras mediante las críticas sueltas también descubrieron las ventajas de utilizar los botones de la discordia, aunque ya llegaremos a eso en el siguiente post en que se hablará largo y tendido sobre fusiladores y demás.


Las dobles cuentas

La primera novedad publicada por la administración en 2007 tuvo una significativa diferencia con respecto a todas las anteriores, era la primera vez en la historia de FA que se anunciaba un cambio restrictivo en vez de uno que ampliara las posibilidades de la página.

Al parecer existían usuarios con más de una cuenta dada de alta, técnicamente llamado “registros malintencionados”, lo más probable es que fuera para darle el uso fraudulento de votar varias veces una película con el mismo voto, aunque dos votos en medio de una película con cincuenta mil sirve para lo mismo que uno si lo que se quiere es aumentar o disminuir la nota una raquítica décima, pero con la aparición del sistema de valoraciones el uso llegó más allá al votarse positivo sus propias críticas o votar negativo varias veces de una sola vez. Algo así no está bien visto claro.

Este inconveniente fue solucionado con potentes procesos para evitar cualquier uso fraudulento, dichos procesos eran capaces de determinar qué usuarios accedían por la misma IP y además evaluar con gran certeza si “es que habrá sido mi hermano” o no en base a más datos.

Comentar que curiosamente esta mejora fue anunciada tan solo cinco meses después de haber inaugurado el sistema de votaciones, que precisamente fue eso lo que ayudó a detectar los registros malintencionados,  hagámonos una pequeña idea de todo lo que había llegado ya a ocurrir, pero solamente era el preámbulo de un montón de paranoias y caos total. No se pierdan el próximo post, la cosa va a empezar a ponerse seria.

Como broche final para esta entrada en que he comentado sobre la fuerza que la opinión de la masa puede tener sobre alguien quisiera hacerlo también sobre este video que un usuario en alguna parte del planeta ha subido a youtube, y que ningún socio-psicólogo debería perderse.



Es absolutamente increíble, el usuario sobrepone la opinión de la masa a la suya hasta tal extremo que jamás vería una película puntuada por debajo de cinco en FA, es decir que de buenas a primeras está despreciando ya todo tipo de películas de acción ochenteras, comedietas familiares como Los Caraconos y todo tipo de películas infravaloradas como The Faculty, Waterworld, Showgirls, Skyline y una infinidad más simplemente por no llegar al cinco. Si al menos se basara en las votaciones de sus almas gemelas la cosa podría tener un pase. Da un poco de pena pensar en los mundos que se quedará sin conocer, pero en fin, él sabrá. Seguramente la política le dure hasta que vea por casualidad una peli que le guste y acto seguido vea que la han machacado en FA, les pasa a muchos. Hasta otra.

jueves, 26 de febrero de 2015

Historia de Filmaffinity III


Muy buenas, continúo redactando la historia de Filmaffinity, y toca meterse en un tema importante, la aparición del sistema de votaciones así como la cantidad de ríos de tinta que hizo correr y las inesperadas consecuencias que hubo tanto a corto como a largo plazo aunque evidentemente no podré ponerlas todas en una sola entrada.






El punto y aparte


Nos encontramos a finales de 2006 y FA echaba humo gracias al sistema de críticas que le había dado la más alta popularidad hasta ese momento. Tan enorme llegó a ser el tirón de las críticas que a los nueve meses de inaugurarse ya había películas con más de 300 textos publicados y todo indicaba que iba a seguir en progresión ascendente. Uf.


Por aquel entonces existían dos formas de ordenar los textos publicados: mediante la fecha o el voto registrado. Parecía que la cosa se quedaba un poco limitada por lo que la administración tomó una decisión tras la cual la página no volvería nunca a ser la misma y supondría un decisivo punto y aparte en su historia: implantar un servicio para que además de votar las películas los usuarios pudieran votar las críticas considerando lo útiles que pudieran ser para el público. De esta forma se contaría con una nueva forma de ordenar los textos: por voto, fecha y ahora "utilidad".


¡Ay Pablo! ¿A quién se le ocurrió eso y por qué?

Lo entiendo si tan solo era un desafío para la programación pura y dura ya que los informáticos a veces tenemos ese punto del gusto por los retos, pero lo cierto era que esta novedad traería consigo un sinfín de consecuencias tanto para la comunidad como para la opinión de la página. Algunas fueron predecibles y otras...tal vez no tanto.

Algo extraño se mascaba ya en el ambiente desde el propio mensaje en que se anunció la novedad en diciembre de 2006 como si de alguna forma no se estuviera seguro del uso que los usuarios le iba a dar, desde luego un claro preludio de lo que iba a ocurrir. 


La mentalidad de la administración era únicamente la de votar y votar intentando ser razonable con respecto a lo que la crítica dijese y amasar cuantos más votos mejor. Supongo que en ese sentido yo no soy un buen ejemplo puesto que en todos mis años he debido de votar unas diez o quince críticas aunque sea tan solo como medida de protesta. Por otra parte se establecía la mentalidad de “un usuario, un voto”, esto quería decir que nadie se levantaría de la cama teniendo un 0 de 50 o un 100 de 100 en la última crítica.


(Los botones de la discordia ahora en FA)

El nuevo sistema echó a rodar y la primera oleada de puntuaciones premiaron las críticas más antiguas, un gesto de respeto o de reconocimiento por llevar más tiempo aunque varias de las que se redujeron a tan solo unas frases fueron algo más castigadas al verse como primitivas y con muy poca sustancia al tener tan poco texto.

Sin embargo pasados unos meses empezó a ocurrir algo raro. Los usuarios más polémicos, es decir los que guardaban menos las formas, se saltaban todo tipo de reglas en sus críticas, eran más hirientes, tenían las campanas de Gauss más irregulares, el voto medio bastante bajo y con opiniones que parecían incoherentes y difíciles de defender, eran irónicamente varios de los que estaban recibiendo los mayores tanteos, y por ello no tardaron en ver aupadas muchas de sus críticas a los primeros puestos de utilidad.

De esta forma empezaron a definirse en la página unas curiosas jerarquías ya que el orden por defecto de las críticas era el de las puntuaciones en vez de la fecha o el voto, lo que hacía que un visitante cualquiera viera primero las más votadas. Un usuario medio cuyas críticas fuesen interesantes podía tener perfectamente un 4-6 (4 usuarios de 6 han encontrado la crítica útil) pero el usuario polémico podía tener un 30-50, o sea que ha recibido 80 votos mientras que el otro solo ha recibido 9 cuando en realidad su crítica es más interesante.

(Sí, ahora esto va de jerarquías)

No tardaron en aparecer dudas razonables de cómo era posible que el público pusiese por las nubes críticas de ciertos usuarios que curiosamente entraban en contradicción con otras. Se convirtió en la primera de una larga serie de divertidas ironías si es que es así como queremos verlo.
Por poner un ejemplo esto sería como si alguien le pusiera un 1 a Sin City diciendo que: “abusa hasta el extremo del recurso de la voz en off” y en la crítica siguiente le clavara un 10 a Casino de Martin Scorsese (que el 90% de los diálogos son en off) sin decir inexplicablemente una sola palabra de eso y que sin embargo ambas críticas estuvieran muy altas en utilidad. Es lo que yo llamo táctica Tomás Roncero, el mítico pseudo periodista deportivo del As, decir lo que te de la gana sin importar la cantidad de veces que te contradigas a ti mismo y pasando olímpicamente de quien te diga algo por eso. ¿Es esto ser coherente con los gustos? Yo creo que no, y desde luego tampoco con los votos de las críticas ya que por alguna extraña razón a nadie de los que votaban positivo parecían importarles estas incoherencias. En este sentido resultaba hasta gracioso ver que un usuario que se toma a guasa todas sus críticas luego fuera y publicase otra con tono serio.
Evidentemente tú navegabas por la página y cuando te encontrabas cinco o seis cosas como estas era muy fácil él: “Eh ¿pero este no era el que decía que…?” con lo que la polémica está servida.


(Toda la vida haciendo obras maestras reconocidas, viene un lelo a decir que son malas y encima van detrás otros trescientos asnos y le ponen el primero en utilidad. Aguántales)

Toda esta confusión se elevaba al cuadrado cuando al mirar sus críticas peor valoradas con tanteos negativos veías que no eran en realidad muy distintas de las que estaban mejor, por lo que la casualidad o el azar también parecían tener su miga de importancia sin guardar ningún patrón claro.

En cualquier caso no fue difícil llegar a la conclusión de que la comunidad no premiaba el saber estar, la objetividad o incluso que como mínimo la crítica hablara de la propia película para votarle un SI, se preferían en cambio críticas expresadas de forma mucho más basta y que tuviesen entre líneas ese puntito de orgullo por la ignorancia tan típico de España. ¿Cómo puede ser posible que de un montón de buenas críticas precisamente la que acabe siendo más votada sea la que suscita más polémica o la que viene de un usuario que no sabes por donde te va a salir? (sobre esto tengo mucho que decir pero será tema para un post futuro). Yo ya no sé si tendrá que ver con que la gente prefiere más el cachondeo público a la seriedad, aunque desde luego no hace falta ser un genio para hacerse una idea de la actitud real que había en FA.

La página entró entonces en un nuevo terreno, el juego de la popularidad, el sistema de valoraciones permitió hacer “populares” a fuerza de ser los más votados y por tanto más leídos a usuarios que antes eran normales como todos los demás, lo que a la larga provocaría que a algunos se les subiera a la cabeza y empezasen a tener unos egos peligrosamente grandes - de hecho no hay color si comparamos el tono de algunas de las primeras críticas con las que habría después de publicarse el nuevo sistema -.

Pero lo curioso de verdad es que empezaba a dar la impresión de que los votados eran en realidad los usuarios y no sus críticas propiamente dichas, y un tiempo después esta impresión se convertiría en certeza al comprobar que dijesen lo que dijesen y de cualquier manera parecían tener garantizado un saco de votos como si para mucha gente darle el SI respondiese más a un acto reflejo que a otra cosa. En ese sentido aun se pueden ver cosas delirantes, como que de las primeras veinte críticas de una película por utilidad la única que la suspende sea curiosamente la mejor votada simplemente por haberla escrito uno de los de siempre.

(SI - SI - SI - Así parecía funcionar la cosa)

¿Puede esto ser posible?, ¿puede realmente alguien que no tiene ni repajolera idea de cine y que se esfuerza en demostrarlo día tras día, que no sigue ningún tipo de criterio defendible a la hora de puntuar, que se contradice a sí mismo en cada crítica y que provoca mil polémicas arreglárselas para ser un usuario muy votado en una web que es de cine y tener oleadas de seguidores que votarán SI diga lo que diga? Pues sí señores, sí que puede, créanselo que no es ninguna broma, es una realidad como una pirámide, internet es así, y esta precisamente ha sido desde hace muchos años la gran maldición de la página.

¿Quieren una prueba? Atención a esa pseudo crítica sobre La Roca (1996).


(Creo que el pobre no lo ha pillado, en el cine hay una cosa que se llama "elipsis", quiere decir que entre un plano y otro ha podido pasar una cantidad indefinida de tiempo, ahora que ya se lo he explicado le recomiendo que la vuelva a ver).

El usuario pone de vuelta y media a una de las mejores películas de acción de los años noventa, sin ningún argumento ni razonamiento mínimamente creíble y en vez de recibir el lógico par de collejas y mandarle a tomar viento a la farola han venido cincuenta y seis cachondos mentales - mayores aún que él - y han considerado que esa crítica es más útil que las noventa y cuatro que tiene debajo, pero lo más alucinante de todo es que pese a estar en el octavo lugar de utilidad es la crítica con más SI de toda la película. Con ciento doce pelotas bien gordas.

Cabe preguntarse qué ocurriría si un crítico profesional se hiciera un nick y se pusiera a escribir sus opiniones, por lógica deberían ser las mejores pero lo que seguramente ocurriría es que nadie le haría ningún caso. Y de hecho está más que claro que si un usuario muy votado publicase críticas con una cuenta falsa ya no alcanzaría las mismas cotas.
Siendo realmente objetivo la crítica mejor valorada debería ser aquella que resumiera el sentir popular por la película, y dicho sea de paso esto no es fácil. Una de las mejores que he visto es la del usuario “Sodapop” sobre Avatar.

“Revolucionando lo que no me interesa”. 


Es un buen título, Avatar fue vendida - y vista - como una revolución total de los efectos especiales y visuales, pero por desgracia el guión adolecía de una alarmante falta de originalidad, factor clave para una película que aspire a ser de culto. El título de la crítica por tanto resume muy bien el sentir popular, con lo que te dan ganas de votarle ya el SI por cómo ha conectado contigo; el usuario lamenta que el guión no fuese mejor pero la nota es un 7 que es “Buena”, no le pone un 1 porque oye, reconozcamos que pese a esos defectos tampoco Avatar es tan mala como para merecérselo.

Es una lástima que esta clase de aciertos fuesen tan solo aislados y que las críticas más votadas, como ya he mencionado, tuviesen muchas veces títulos que con cuatro palabras te hicieran ya poner una mueca o que diesen a entender un discurso que cuestionaría los gustos de los demás usuarios.

Como conclusión general de esta parte, el nuevo sistema de valoraciones fue un invento concebido para que el usuario tuviera más peso específico sobre la página, puesto que era la seña de identidad de la web, por desgracia no contar con  los impredecibles comportamientos de la sociedad internetiana provocó un uso bastante descorazonador del mismo. Y lo peor es que todo esto no era más que la punta del iceberg, porque queda todavía mucha tela marinera. Hasta la próxima.