sábado, 9 de mayo de 2015

Historia de Filmaffinity IV

Muy buenas, continúo redactando la historia de Filmaffinity en este cuarto post. Aunque me temo que a partir de ahora pocas alegrías va a haber en esta curiosa historia llena de gente sin escrúpulos y fuegos cruzados.



Siguen las cosas raras

En mi post anterior he comentado acerca de las extrañas tendencias de la gente a votar SI automáticamente y reconociendo así por unanimidad como más útil una crítica, sabiendo que en realidad de útil no tiene absolutamente nada, y premiando mucho más la ignorancia y la chabacanería que la sabiduría.

Es un tema del que extrañamente muy poco o nada se ha hablado durante todos estos años a pesar de que tendría su interés para cualquier sociólogo. La razón es que ese posible tema de debate quedó totalmente eclipsado por otro que la comunidad vio con mucho más tirón mediático y que sorprendentemente resulta ser el opuesto; el que alguna gente votase NO indiscriminadamente en vez de SI, y de hecho hasta se inventó un nombre para etiquetarles: los fusiladores.

Antes de comentar mucho más a fondo sobre todas las vergüenzas y miserias que ese asunto - por llamarlo de alguna forma - sacó al descubierto, del que muy pocos lectores se han quedado limpios y que todavía no se ha cerrado del todo después de ya tantos años, dedicaré esta entrada a hablar del estado de la página y de la mejora siguiente.

Nos encontramos en la primera mitad de 2007, en esos meses de confusión e incredulidad en que misteriosamente los usuarios polémico-ignorantes-cachondos eran varios de los más votados, y los que más sabían de cine y/o más aportaban con sus críticas eran por el contrario ignorados y relegados a esa curiosa clase media y baja, ¿el motivo real? Tan solo por no tener la suficiente carisma o tirón con las palabras y no saber arreglárselas para captar suficientes SI.


¿Alguien me puede explicar qué demonios pinta esta crítica de número uno de utilidad en Gladiator si no dice una puñetera palabra de la película? Y lo más gracioso es que forma parte de una especie de saga de críticas que son todas prácticamente igual de inútiles y redactadas por otros tantos usuarios. Lleva ahí cinco años con más de cien votos de diferencia sobre el segundo, delirante es decir poco tío. Ah, y el usuario le pone un nueve a la película por…no se sabe todavía por qué. ¿De verdad que las restantes trescientas y pico críticas una detrás de otra no aportan nada ni dicen nada que sea más interesante sobre Gladiator que esto?



¡Trescientas críticas venga a hablar de la película y la más votada es la mía sin decir nada, pardillos! Eso debe pensar el pavo que la subió cada vez que se levanta de la cama.

La realidad es que la existencia de estas clases endureció muchísimo el miedo escénico a publicar una crítica que desentonara de lo que esa élite jerárquica hubiera reconocido por correcto - se empezaban a vender ya entre líneas como los poseedores de la verdad absoluta cuando se trataba de opinar sobre una película, y por extensión la referencia a la que cualquiera debería acudir por obligación -.

Si tú querías subir una crítica que tuviera un tres sobre una película que como críticas más votadas tenía cuatro o cinco seguidas con sobresaliente...pues te daba mucho más miedo que cuando el sistema de valoraciones no existía y no tenías por qué andar leyendo precisamente esas en primer lugar. Te daba esa sensación de que te iban a caer muchos NOES no necesariamente por tu opinión sino por ir en contra de las palabras que se habían implantado en la sociedad como paradigmas de la opinión mayoritaria.

Críticas como esta han intentado advertirlo a navegantes…


Desde luego si el psicólogo Solomon Asch aún siguiera entre nosotros estoy convencido de que no desaprovecharía la oportunidad de registrarse y lanzarse a diseccionar los comportamientos sociales a través de FA - recalco que es una web de cine - dejando en evidencia a un montón de listillos. Para los que no le conozcan este psicólogo se hizo famoso en los años cincuenta cuando realizó un interesante y acertadísimo experimento sobre el miedo humano a la hora de tener que defender una opinión discrepante frente a la mayoría. He aquí la noticia por si es de interés:


Todos estos complejos fueron rápidamente aprovechados por los usuarios polémicos, que tal y como he dicho supieron empezar a venderse como “valientes que dicen lo que muchos piensan en silencio pero no se atreven a publicar por miedo a recibir NOES”, esto implicaba críticas poniendo a caldo a peliculones reconocidos durante décadas; o por el contrario como “amantes del buen cine, no como otros cabestros que no saben apreciar este peliculón”, esta otra actitud era más adecuada para películas independientes de aspiraciones y notas generalmente más modestas.

Vamos, que si hago yo la gracia está bien y si la haces tú está mal.

La auténtica realidad era que como tanto el cine como los demás les importan un comino a estas gentes, pues no tenían ningún reparo en interpretar a cualquier tipo de avatar cuando les viniera en gana pese a contradecirse a sí mismos una y mil veces, tanto que hasta daría para dedicar un blog solamente a eso.

A medida que el tiempo seguía pasando fue hasta casi divertido observar cómo esos usuarios no parecían cansarse nunca de dar la nota atreviéndose a despreciar públicamente un dramón clásico de sacar los pañuelos y luego diciendo que habían echado la lagrimita por una comedia que les había llegado al corazón. Cada vez iba quedando más y más claro que lo que les empujaba a escribir críticas era tocar las narices e ir en contra de la mayoría para venderse como tipos que saben tener opinión propia. En fin, hay gente que no ha superado todavía la rebeldía de la adolescencia, cada uno a su ritmo. Aunque algunos ya venían así de mucho antes:


8.3 de nota media después de setenta mil votos, ¿seguro que esta película en realidad no le gusta a nadie y los setenta mil votantes han mentido?, ¿seguro?, ¿todos? Y encima la crítica tiene ochenta y tres SI. ¡Ochenta y tres! Algo me dice que si la escribe el vecino de al lado palabra por palabra con un nick distinto no los tendría.

En fin que ejemplos como este nos ayudan a entender que en FA seguían pasando cosas muy extrañas a la hora de evaluar las críticas, y aún hoy en día es curiosísimo ver como esa capacidad para el auto ridículo público quedaba anulada casi por completo por el inexplicable respaldo de las votaciones. Como ya he dicho si hay que elegir entre cachondeo o aportación real gana lo primero. Una pena. Internet es así.


Dios los cría y ellos se juntan

Por aquel entonces se habían creado en la página, o al menos estaban dando sus primeros pasos, varias tribus urbanas. Sí, tribus urbanas en una web de cine, difícil de creer ¿verdad?

Dos de las más famosas eran los “gafapastas” y los “snobs”, aunque a lo largo de los años también han aparecido otros grupos etiquetados como “fusiladores”, “trolls”, “festivales del humor”, “haters”, “flipaos”, y no nos olvidemos de los clásicos “frikis” que nadie sabrá definir jamás. Incluso recientemente mucho se habla en internet de los llamados “nolanistas”. Qué puede tener de especial o de malo ser fan de Christopher Nolan, uno de los últimos directores de culto contemporáneos, es un misterio.




Como en los viejos tiempos, elige bando, pero si no te sientes identificado con ninguno el raro eres tú.


He dicho creados porque en realidad dichos grupos nunca surgieron formalmente, sino que fueron críticas de tono polémico, y bien votadas por supuesto, quienes fueron introduciendo en FA todos esos conceptos callejeros a la vista de todo el mundo para empezar a etiquetar a las personas que no pensasen igual que ellos. A pesar de que la fanfarria a la hora de hablar de estos curiosos grupos es muy extensa el que más me llama la atención es el de los gafapastas, puesto que era una palabra que nunca había oído antes. En serio, es una palabra que aprendí en FA.

Para entendernos gafapastas es una de las muchas tribus urbanas imaginarias de hoy en día que en realidad nadie sabe definir; o al menos eso creo porque de las diez definiciones que he encontrado por ahí las diez parecen distintas. Ya he mencionado que con los frikis suele suceder lo mismo y que si preguntásemos a cinco personas podríamos tener cinco versiones completamente diferentes.

Supuestamente un gafapastas es alguien que se las da de intelectual y de enteradillo, que es un obseso del cine independiente para alejarse del cine comercial hasta que los autores de ese cine se convierten en comerciales y entonces son desplazados, y defienden una forma de vida alejada de las tendencias de moda de la masa. En otras palabras: que cualquier taquillazo hollywoodiense llámese Vengadores, Origen o Señor de los Anillos debería ser automáticamente despreciado por este grupo sin ni siquiera haberse dignado a verlo.



Imagen de lo que en teoría es un gafapastas, que mira tú por dónde igual te mete un baile hablando de cine y tiene más motivos para estar en FA que unos cuantos que yo me sé.

La realidad podría ser perfectamente otra gracias a la inestimable capacidad humana de juzgar con objetividad una película pero claro ¿a qué sinvergüenza que se ríe de cualquiera en una web le da por pensar en eso? Sobre esto que acabo de decir tan solo tres notas:

+ Primero: ¿y qué si prefieren el cine independiente al comercial? Allá cada cual y para gustos los colores. Luego los tipos que acusan a otros de gafapastas bien que se quejarán de que se repiten una y mil veces los mismos tópicos en las películas y que ya están aburridos.

+ Segundo: la principal arma arrojadiza contra los gafapastas viene a ser que no les llega la mente o el orgullo para saber apreciar una película que a ti te ha gustado. La respuesta es sencilla: tanto reírse de eso y a lo mejor resulta que tienen la media de votaciones más alta que la tuya y la campana de Gauss mejor definida. Más ironías al canto, a ver a quién le gusta más el cine y quién es el que tiene que hacer auto crítica en realidad.

+ Y tercero: todos somos humanos, necesitamos algo que nos guste de forma más privada y personal y que sea más desconocido para la inmensa mayoría. En mi caso lo tengo muy fácil, a mí me gustaba la lucha libre cuando en clase nadie tenía ni idea de qué era eso - estoy hablando de finales de siglo -, y yo me sentía bien por saber apreciar y disfrutar algo que los demás no sabían ni que existía. Hemos mejorado, hoy en día los fans damos cifras de audiencia dignas en NEOX cada fin de semana.




¿No sabes quién es este tío? Pues yo sí.

En mi humilde opinión, y en conclusión, estos gafapastas en realidad ni siquiera existen como tales. Ese término ha nacido, como todos los demás, por la obsesión de la sociedad contemporánea de etiquetar y colocar un término peyorativo a gente que no sea igual que tú. Cómo demonios se puede dar a entender que te las das de inteligente mediante críticas de cine cuando tienes miles de votos registrados y demuestras que sabes de lo que estás hablando es para mí un misterio. Es evidente que el mal pensar, una cualidad que abunda un montón por internet, tiene una importancia muy grande. Si no existe una crítica que ayude a encasillar a un usuario en una de estas tribus urbanas es casi imposible hacerlo solamente por ver votos, a menos claro que seas muy malpensado.

Respecto a las demás tribus los llamados “haters” son quienes se dedican a votar con unos masivamente a películas en que tan solo aparece un actor concreto o que son de un género concreto sin ni siquiera haberlas visto. Para muchos incluso ni siquiera se podría considerar un grupo al uso ya que todos podríamos ser haters de algo en concreto.

Observemos esta campana de Gauss en IMDB de la película “Los Vengadores: la era de Ultrón” estrenada hace tan solo tres días.




La nota de uno es la que más votos tiene entre el abanico de uno a cuatro. ¿Me están diciendo que mil quinientas una personas pagaron la entrada sabiendo qué clase de película iban a ver y aun así le pusieron un uno? Pues no me lo creo y más teniendo en cuenta que es una segunda parte, es más probable que hayan votado sin ni siquiera verla porque precisamente…saben qué clase de producto va a ser y son haters. El truco para hacerse una idea de la nota real es no hacer caso de los extremos, la nota de ocho es la más votada después del diez, y la media es 8,2. Es la que más se acerca. Prácticamente en cualquier película se pueden observar tendencias así.

Del resto de grupos poco más voy a comentar. Los usuarios polémicos empezaban a encajar cada vez mejor con el perfil de un troll, es decir los que más ríos de tinta hacen correr por sus comentarios y que no tienen inconveniente en disparar contra cualquiera, y que cuanto más caso se les hace más fuertes se vuelven, aunque claro, ignorarles es difícil por las burradas que publican tanto cuantitativa como cualitativamente.


¡A los monstruos no mirar!

En cualquier caso todas estas tribus urbanas que antes tan solo podían llegar a tener roces unas con otras mediante las críticas sueltas también descubrieron las ventajas de utilizar los botones de la discordia, aunque ya llegaremos a eso en el siguiente post en que se hablará largo y tendido sobre fusiladores y demás.


Las dobles cuentas

La primera novedad publicada por la administración en 2007 tuvo una significativa diferencia con respecto a todas las anteriores, era la primera vez en la historia de FA que se anunciaba un cambio restrictivo en vez de uno que ampliara las posibilidades de la página.

Al parecer existían usuarios con más de una cuenta dada de alta, técnicamente llamado “registros malintencionados”, lo más probable es que fuera para darle el uso fraudulento de votar varias veces una película con el mismo voto, aunque dos votos en medio de una película con cincuenta mil sirve para lo mismo que uno si lo que se quiere es aumentar o disminuir la nota una raquítica décima, pero con la aparición del sistema de valoraciones el uso llegó más allá al votarse positivo sus propias críticas o votar negativo varias veces de una sola vez. Algo así no está bien visto claro.

Este inconveniente fue solucionado con potentes procesos para evitar cualquier uso fraudulento, dichos procesos eran capaces de determinar qué usuarios accedían por la misma IP y además evaluar con gran certeza si “es que habrá sido mi hermano” o no en base a más datos.

Comentar que curiosamente esta mejora fue anunciada tan solo cinco meses después de haber inaugurado el sistema de votaciones, que precisamente fue eso lo que ayudó a detectar los registros malintencionados,  hagámonos una pequeña idea de todo lo que había llegado ya a ocurrir, pero solamente era el preámbulo de un montón de paranoias y caos total. No se pierdan el próximo post, la cosa va a empezar a ponerse seria.

Como broche final para esta entrada en que he comentado sobre la fuerza que la opinión de la masa puede tener sobre alguien quisiera hacerlo también sobre este video que un usuario en alguna parte del planeta ha subido a youtube, y que ningún socio-psicólogo debería perderse.



Es absolutamente increíble, el usuario sobrepone la opinión de la masa a la suya hasta tal extremo que jamás vería una película puntuada por debajo de cinco en FA, es decir que de buenas a primeras está despreciando ya todo tipo de películas de acción ochenteras, comedietas familiares como Los Caraconos y todo tipo de películas infravaloradas como The Faculty, Waterworld, Showgirls, Skyline y una infinidad más simplemente por no llegar al cinco. Si al menos se basara en las votaciones de sus almas gemelas la cosa podría tener un pase. Da un poco de pena pensar en los mundos que se quedará sin conocer, pero en fin, él sabrá. Seguramente la política le dure hasta que vea por casualidad una peli que le guste y acto seguido vea que la han machacado en FA, les pasa a muchos. Hasta otra.