Muy buenas, voy a empezar poco a poco una revisión de la saga galáctica por excelencia película por película.
STAR WARS.
Hace poco se ha estrenado la versión 3D del Episodio I La Amenaza Fantasma, de por sí el 3D no me pareció tan logrado como en otras películas de éxito como Avatar, pero pude rememorar aquel 1999 en que siendo chiquillo asistí a un buen espectáculo de efectos especiales. Así que me he decidido a hacer un análisis largo y tendido de las seis películas de esta mítica saga. Tan solo he de advertir dos o tres cosas antes de empezar. Primero voy a hacer los análisis en orden desde el capítulo I al VI sin olvidar en ningún momento que los episodios IV, V y VI fueron hechos antes que los tres primeros. Por tanto, y cuando estén todos comentados, se podrán leer a gusto del visitante.
Segundo, tan solo voy a tener en cuenta los acontecimientos de las propias películas, sin atender a novelas, comics, series de TV o extras de DVD para concentrarme tan solo en lo que un espectador normal puede ver. Y tercero, a partir de ahora S.O es “Saga Original” y S.C es “Saga Contemporánea”.
STAR WARS EPISODIO I. LA AMENAZA FANTASMA.
La República se encuentra sacudida a causa del fuerte bloqueo que la Federación de Comercio ha implantado al pacífico planeta de Naboo. En secreto el Canciller Supremo del Senado envía a dos Jedi, Qui Gon Jin y su aprendiz / Padawan Obi Wan Kenobi a la nave central de la Federación para forzar un acuerdo y finalizar el bloqueo.
Primeras impresiones después de dieciséis años. Un Obi Wan joven encarnado con acierto por Ewan McGregor y un nuevo personaje, Qui Gon, del que nada se sabía en episodios anteriores en que Yoda era descrito como el único mentor de Obi Wan. ¿Un personaje metido a calzador? Dependerá del peso que tenga. Liam Nesson encarna al inédito maestro dándole un aire paciente, tranquilo y sensato, bien complementado con un discípulo que tiende todavía más a hacer las preguntas que a responderlas. Entre ambos se respira un aire de gran respeto y camaradería. Como nota sus ropas Jedi son idénticas a las de Obi Wan en la saga original - que no las de Luke -, buen detalle.
Respecto al formato o a la técnica cinematográfica los tiempos habían cambiado mucho desde 1983 y el uso del ordenador había explotado a lo largo de los 90 con una década repleta de efectos especiales en masa que podían lograr planos espectaculares y cosas nunca vistas antes aunque fuera a costa de perder una pequeña parte de la llamada “magia del cine”, esa magia en que cuenta más el talento y la habilidad que los medios. En ese sentido esa era una de las principales novedades de la película con respecto a sus predecesoras, siendo 1999 podía considerarse lo último, y por tanto lo mejor, en este campo de toda la década, pero posiblemente también fuera una de las causas que a ojos de los fans, alejaría a la S.C de poder estar al nivel de la primera.
De momento vemos a un TC-14 que viene a ser un C3PO diferente, más lustroso y con un aspecto más futurista que aquel pese a estar en el pasado. Precisamente he aquí uno de los mayores inconvenientes que arrastrará la nueva saga, mostrando naves espaciales y robots que pese a estar ambientados en el pasado de la S.O parezcan más futuristas que aquellos.
El TC-14 descubre a los falsos embajadores y el Virrey consulta a Darth Sidious, quien le ordena iniciar la invasión y acabar con los Jedi, lo que ocasiona una fuga de ellos hasta el cercano Naboo. Por el camino los caballeros han descubierto el ejército de droides listos para desembarcar.
Primera aparición de Darth Sidious / Palpatine - con un brindis para el actor escocés Ian McDiarmid quien interpretó al personaje en los cinco episodios en que salió a lo largo de veinticuatro años - se palpa que él está detrás de este extraño bloqueo al tener como títere al Virrey y ambiciona una invasión del pacífico Naboo, aunque no parece tener en muy alta estima a dos Jedis si cree que un puñado de droides de la Federación podrá vencerles. Por otro lado el nombre de Darth Sidious no era muy conocido en aquel momento, puesto que en la S.O a este personaje siempre se le había llamado “El emperador”.
Seguimos descubriendo personajes originales como los propios droides de combate, ¿quizás el preámbulo del ejército imperial? y los fuertes droidekas con escudo incorporado - mis favoritos -. Para mí aquí tenemos una escena que merece la pena ser muy recordada en todo Star Wars cuando los Jedis surgen de una nube de gas y da comienzo la primera de una larga serie de escenas de luchas a espada que dejarán las de la S.O a un nivel notablemente más bajo.
Si se comparan las peleas de Darth Vader - Obi Wan o Darth Vader - Luke con cualquier de la S.C vemos que las primeras parecen meros entrenamientos en comparación con éstas. Cuando todos esos disparos escupidos por las armas rebotan en las espadas láser y alcanzan a los propios droides comprobamos que estamos ante algo nuevo e innovador. Se dijo que Ray Park entrenó a los actores con clases de esgrima para luego encarnar él mismo al peligroso Darth Maul. Inteligente decisión, si tienes ahí a un profesor que enseña esgrima ¿qué mejor manera de aprovecharle que dándole un personaje?
El gobierno de Naboo ve inminente la invasión y no cuenta con un ejército que pueda enfrentarse a los fuertes droides, la Reina Amidala es reticente a adoptar una estrategia que les lleve a la guerra.
He aquí el mayor acierto de toda la película y probablemente de la S.C, Natalie Portman como la Reina Amidala. Quizá la mejor actriz joven del Siglo XXI, desde su debut en 1995 con la dramática “El Profesional” de Luc Besson no dejó de dar pasos hasta la cima y recibir muy buenas críticas por el camino a medida que un público cada vez más devoto le veía crecer a través de una pantalla. No cabe duda de que el papel de la que sería la futura madre de Luke y Leia le supuso subir un peldaño más a ojos del espectador medio, y de Hollywood probablemente, además de quedar como un rotundo acierto de casting.
Como personaje en sí era prácticamente desconocido, se sabía que la madre de los gemelos había tenido que existir forzosamente, pero la S.O no decía absolutamente nada de ella, simplemente se intuía que como mínimo desaparecía al darles a luz ocultándole el hecho - quien sabe si todo el embarazo - a su ¿marido? Darth Vader. Esa falta total de información, no me atrevería a decir si adrede o producto de una feliz casualidad, dejaba a Lucas libre de toda atadura para poder profundizar cuanto quisiera. Nadie hubiera objetado que tan solo saliera para tener un amorío con Anakin cuando aún no se había pasado al lado oscuro sin hacer nada más, sin embargo Lucas sorprendió dándole un tremendo peso en la historia inventándose a una reina. Quizá buscara una indirecta conexión al describir a Leia como una princesa, lo que hace que el espectador ubique de forma subconsciente a Amidala un peldaño por encima de su futura hija respetando la escala monárquica. Brillantemente presentada y descrita, es una política joven, altruista y con un fuerte carácter que viste como nadie y a la que nada parece venirle grande, al menos de momento.
Ya en Naboo Qui Gon salva la vida de un nativo gungan llamado Jar Jar Binks, que les conduce hasta su ciudad subacuática, donde los Jedi intentan en vano movilizar las fuerzas de esa especie para que participen en el conflicto que está a punto de desencadenarse.
Jar Jar. Se trataba de uno de los muchos personajes completamente digitalizados, o lo que venía a ser lo mismo, una tarjeta de presentación sobre lo que se podía llegar a hacer en ese momento con los ordenadores. El público no se dejó embelesar por estas nuevas técnicas en este sentido y el veredicto fue prácticamente unánime dentro de los círculos de fans. Jar Jar era un personaje prescindible y patoso al que se llegó a odiar a medida que se le veía como un paradigma del carácter infantil que la película iría adquiriendo con el paso de los minutos, un Anakin niño sería el otro. En efecto Jar Jar no tiene en realidad peso alguno sobre esta historia, - aunque lo más terrible estaba aún por llegar en el Episodio II - y nadie hubiera objetado eliminarle de la mayor parte de escenas o como mal menor reducirle a más de la mitad todo su texto. Su lenguaje además era un sucedáneo del que se oye en la película - al menos en la versión original y en castellano - en lugar de ser un lenguaje que el espectador no entienda y necesite subtítulos pero que como mínimo el Jedi sí entienda.
Como broche final el ojo entrenado podía notar muy fácilmente que Jar Jar utilizaba manerismos típicos de las personas de color, y de hecho acertaron de lleno pues quien interpretaba a Jar Jar era un actor y músico negro llamado Ahmed Best, que antes de ésta película tan solo contaba en su curriculum con una aparición de extra en “Lean on me” de John Avildsen.
En definitiva: que el personaje recibió numerosísimas críticas lapidarias y Best fue galardonado con el Razzie al peor actor de reparto seguramente con una rotundidad aplastante aunque solo se valorara el personaje y no la actuación en sí. Risas las justas.
Cuando los Jedi llegan a la capital de Naboo el ejército invasor ya la ha ocupado y tomado como rehenes a los principales políticos del planeta. Qui Gon y Obi Wan logran rescatarlos y huir en una nave.
Si la película había empezado con un ritmo digamos medio alto y luego había descendido con toda la parte de Jar Jar y la ciudad Gungan, ahora vuelve a subir con otras dos peleas que encandilan al público gracias a la continua acción rápida. Se comenta la firma de un tratado por parte de Amidala que legitime la invasión, algo que parece imposible que el Senado ratifique ¿o tal vez Darth Sidious se guarda otro as en la manga?
Durante la huida hacia Coruscant y el Senado la nave sufre daños y deben aterrizar en Tatooine, un planeta desértico y pobre donde abundan los mercenarios y bandidos. Buscando un comerciante que les pueda vender las piezas para reparar la nave, Qui Gon entra en una tienda donde trabaja un niño esclavo, Anakin Skywalker.
Primera aparición de R2-D2, nuestro querido androide resulta empezar cronológicamente como un reparador de averías de una nave, y es que estos androides son multiusos. Logra salvar la vida de los tripulantes reparando el daño de la nave permitiéndoles atravesar el bloqueo.
Por otro lado reaparece el planeta Tatooine, originario, al menos por lo que se sabe hasta el momento, de Luke Skywalker. Con la reaparición de este planeta desértico se intentará buscar un gran paralelismo entre Anakin y Luke, pues padre e hijo han nacido en el mismo planeta pobre y aspiran a hacer realidad sus sueños como pilotos, lo cual cuajará en parte con la breve historia que Obi Wan le cuenta a Luke sobre su padre en el Episodio VI. Poco antes de llegar al planeta Qui Gon y Obi Wan ya cree sentir una conmoción en la Fuerza y poco después Padmé se junta con Qui Gon y Jar Jar sintiendo curiosidad por el planeta.
Por otro lado en la S.O el nombre de Anakin apenas es pronunciado una vez si no me falla la memoria por Obi Wan, por lo que muchos espectadores tuvimos que repetirlo varias veces hasta habituarnos a él. El futuro Darth Vader es presentado como un niño esclavo que trabaja en una especie de taller futurista. Jake Lloyd quizá no fue la mejor decisión para éste personaje, pues no parece ser un actor muy expresivo - también sería nominado al Razzie -, pero…¿era necesario que fuera un niño? ¿No podía Anakin empezar ya como un adolescente?
De por sí esta es una pregunta que colearía bastante. Puesto que Obi Wan, su futuro maestro, es ahora joven es evidente que Anakin debía serlo todavía más. Se intentó por tanto respetar la diferencia de edad entre estos dos personajes, pues Darth Vader en el Episodio IV se referiría a él como “mi viejo maestro”. Poner a un Anakin adolescente quizá hubiera supuesto buscar a otros dos actores para Obi Wan y Qui Gon, o quizá prescindir de alguno de ellos, así que mejor nos ahorramos problemas y seguimos viéndole de niño.
Primera aparición también de Darth Maul, otro villano original de la S.C, de pocas palabras pero con una entidad tan grande como la de cualquier otro Sith, de hecho es probablemente el personaje más recordado de éste episodio.
El dinero de la República no tiene valor aquí por lo que el grupo se ve obligado a pensar en otra forma de comprar las piezas, Anakin les invita a que residan en su casa huyendo de las fuertes tormentas de arena. Qui Gon cree percibir en él una gran Fuerza además de enterarse de que en sus ratos libres ha construido una vaina de carreras.
Interesantísima esta parte ya que conocemos a la madre de Darth Vader, otro personaje desconocido, y tenemos dos de esos golpetazos de guión que harían fluir ríos de tinta. Así que vayamos por orden.
1- ¡Darth Vader es el fabricante de C3PO! El despistado y culto androide de protocolo que sabe hablar miles de lenguas resulta ser una invención del futuro villano por excelencia de la galaxia. Aquí sí que tenemos un sorpresón tremendo de guión que nadie se hubiera podido ni imaginar antes de ver la película por primera vez. Nadie sabía de dónde salía C3PO, pero pensar en Darth Vader como su creador era…simplemente imposible.
Con la aparición del androide queda patente que Lucas quiso darle unos orígenes a cuantos personajes pudo de la S.O. De hecho el único del que no se sabrá nada en los primeros tres episodios será Han Solo, pues hasta Chewbacca tendrá una aparición en el Episodio III. Con respecto a éste sorprendente origen de C3PO se crea una relación entre ambos personajes que a lo largo de la S.C se revelará como casi inexistente, eso y que el androide parezca un poco metido con calzador - pudo ser perfectamente un androide traductor en las importantes reuniones del senado que veremos más tarde -. Además no tendrá mayor importancia que la de charlar un poco con R2 al que vemos que conoce en este momento. Ambos personajes serán los únicos que permanecerán vivos durante las seis entregas de la saga.
2- En segundo lugar una conversación que Qui Gon tiene con la madre de Anakin en que le pregunta por su padre. Este es el texto que sale en la versión original.
“No hubo padre, yo le llevé dentro, le di a luz, le crié, no sé explicar lo que pasó”.
Lo confieso, no me fijé en esto hasta que un amiguete me lo dijo tras haber visto la película no se cuantas veces. De esa conversación yo había entendido de siempre que el padre de Anakin seguramente abandonó a su familia haciendo que su madre renegara completamente de él, habiendo tenido que hacer frente sola a la dura tarea de criar a un hijo en un lugar como este. Pero hete aquí que esta conversación sirve para poner en la mesa una pregunta muy inquietante. ¿Quién es el padre de Darth Vader? Ante esta pregunta hay varias teorías, pero evidentemente hay una que se lleva la palma, y átense bien a la silla si es la primera vez que oyen esto.
El padre de Darth Vader es nada más y nada menos que…..Darth Sidious. Sí señores, han leído bien. En el Episodio III hay una conversación en la ópera en que Palpatine habla a Anakin sobre la leyenda de un Sith tan poderoso que podía influir en los midiclorianos para crear vida, y por ello, al transmitir esos conocimientos a Palpatine - supuesto discípulo de ese Sith - él pudo haber influido en ellos para concebirle a él. O lo que viene a ser lo mismo, que Anakin acabará matando a su padre en el Episodio VI y Luke estará luchando contra su abuelo.
De por sí yo digo que es una teoría absolutamente delirante primero porque es un tema que Lucas nunca dejaría cerrado y segundo por la inmensa cantidad de preguntas que plantea y que nunca quedarán ni minimamente contestadas. ¿Por qué en Tatooine y no cerca del propio Palpatine? ¿Por qué solo él y no crear más hermanos? ¿Por qué consentir que los Jedi le descubran antes? ¿Por qué no ir nunca en su busca? ¿Por qué….?
Aparte, y regresando a la realidad, ya se hace patente entre líneas el importante peso de Qui Gon, pues él está siendo realmente el protagonista de la película llevando en todo momento la iniciativa y tomando las decisiones que marcarán el destino del grupo. Ya se está asentando como un personaje importante.
Por otro lado, de la conversación que hay en la mesa cuando toda la familia y los invitados está cenando, se puede notar un cambio en el perfil de lo que es un Jedi. Si en la S.O un Jedi parecía un simple guerrero espada en mano que luchaba contra el mal, o sea Luke contra Darth Vader y el Emperador. Sin embargo ahora un Anakin niño les describe como guardianes de la justicia y la paz que no dudarían en ir a cualquier parte del mundo a desfacer entuertos en beneficio de los oprimidos, un perfil que casa con el género fantástico - ese errante personaje que se dedica a hacer justicia allá donde va y que en la mejor tradición cinematográfica termina encontrando el amor en un sitio que no ha visitado nunca -.
Qui Gon negocia una apuesta con Watto, el dueño de Anakin. Si él gana en la próxima carrera de vainas el comerciante les dará las piezas además de la libertad del esclavo. Tras una intensa carrera el humano logra la victoria.
Llegamos a una de las escenas más espectaculares de la película, y me atrevería a decir que míticas dentro de todo Star Wars. La carreras de vainas eran de por sí otro nuevo invento, y funcionó. La carrera es un espectáculo inédito, y durante varios minutos asistimos a un gran espectáculo a enormes velocidades terminales y alturas vertiginosas. Aunque predecible porque sabemos que Anakin debe ganar, el público se lo pasó en grande con este torrente de vainas estallando en mil pedazos y con los propulsores al máximo. Una escena eliminada fue aquella en que a Anakin se le soltaba un cable que hacía efecto látigo y él usaba un imán para volver a colocarlo y seguir.
Como nota aparece Jabba The Hutt, aunque en realidad se supone que el Jabba de la S.O es la babosa pequeña que aparece acompañando a la grande. Ahora mismo no recuerdo si el grande es su padre o su tío.
Tras enterarse del trato de Watto y Qui Gon, Anakin se ve obligado a abandonar todo cuanto ha conocido y a tener que hacer frente a un destino incierto y a la posibilidad de ser un Jedi, lo que él siempre ha soñado. Evidentemente ya hecha de menos a su madre, quien no duda en animarle a que se marche de este mísero paraje. En posteriores películas ese será el hecho que marcará el germen Darth Vader, el miedo a perderla le llevará a desarrollar una actitud posesiva hacia Amidala más tarde.
Al llegar a la nave Qui Gon es atacado por Darth Maul, que finalmente había dado con ellos, pero ésta remonta el vuelo dejando al Caballero Sith en el desierto.
Regresan las peleas espada contra espada y esta vez queda sin ganador, por lo que se presume que el Jedi y el Sith volverán a verse las caras en una última pelea. Primer encuentro Anakin - Obi Wan, en que el niño está destinado a asesinar a su futuro maestro aunque claro, ¿quién podría pensar ahora en algo así?
Una vez en Corusant el senador Palpatine, aliado de Amidala, tiene malas noticias: el Canciller Supremo está salpicado por asuntos de corrupción, y el Senado no objetará nada contra la invasión de Naboo. Amidala no tiene otra opción que escuchar la opinión de Palpatine y promover una moción de censura contra el Canciller para que se elija a un sucesor. Entre tanto Qui Gon comenta ante el consejo Jedi su lucha frente a Darth Maul, convencido de que es un Sith, y su hallazgo de Anakin, a quien según parece ve como una creación propia de los midiclorianos, lo que de por sí da a entender que el niño podría ser aquel que según una profecía traerá el equilibrio a la Fuerza.
Si algo bueno tuvo el Episodio I fue encontrarse con una gran cantidad de alicientes que enriquecerían el mundo de Star Wars, sin embargo esta vez tenemos una de cal y otra de arena con lo del asunto del consejo Jedi. Por una parte la idea en sí está muy bien, un consejo de los Jedis de la República da un aire muy intelectual, muy propio del género fantástico en que abundan los consejos de magos. Se sabía que existían varios gracias a la historia que Obi Wan le cuenta a Luke de que Darth Vader ayudó al imperio a perseguirles. Pero esa buena idea no está en mi opinión bien rematada. Para empezar los únicos Jedi que el público conocía hasta el momento eran seres humanos y Yoda como “maestro de Jedis”, aquí sin embargo se muestran Jedis de otras especies, lo que de algún modo rompe ese pequeño requisito y hace encontrarse con varios personajes de los que poco llegará a saberse realmente a lo largo de los tres primeros episodios - interesante ver a Samuel L Jackson -. Regresa Yoda, bien ubicado como “presidente” de ese consejo, puesto que ningún fan dudaría de que él es el más sabio de todos.
Respecto a los Sith comentan que se extinguieron hace un milenio, un hecho que tendrá una vez más paralelismo con los del Episodio IV en que el comandante de la Estrella de la Muerte recibe con reticencia la noticia de que un Jedi esté vivo, pues se creían extintos.
Además de estas nuevas noticias no se puede pasar por alto que Star Wars se rinde a uno de los mayores tópicos del género fantástico, las profecías. ¿En cuantas películas, novelas o videojuegos fantásticos, el protagonista es el responsable de culminar una antigua profecía o mito, normalmente trayendo cambios políticos y sacudiendo todo el mundo, normalmente desconocido, que se extiende ante él? Lucas se inventa ésta profecía, supuestamente antediluviana, de alguien que traerá el equilibrio a la Fuerza.
De por sí este aliciente nunca me ha parecido del todo acertado. ¿Equilibrio a la Fuerza? ¿Acaso no existe ya teniendo a los Jedi como guardianes de la República y a dos Sith a los que se creía extinguidos hace milenios? Más igualdad que esa no puede haberla a menos que queramos ser estrictos y pensar que por cada Jedi debería haber un Sith para lograr una perfecta equidad. Este aliciente no solo desconcierta al espectador sino que hace que pensemos que realmente Anakin traerá ese equilibrio al ser él quien matará al Emperador en el Episodio VI, pero de nuevo la misma contradicción, ¿equilibrio en la Fuerza con todos los Sith destruidos y un solo Jedi vivo? Todo esto parece más una exigencia de guión o un capricho que otra cosa, que además hace ver de otro modo la S.O, lo que no es muy recomendable.
Continuando con el argumento y llegando al Senado de la República…¡Más ideas! En la S.O no había necesidad alguna de mostrar políticas interplanetarias, pues la lucha real no era otra que vencer al Imperio de forma incondicional sin que hubiera zarandajas políticas de ningún tipo, de hecho tan solo la princesa Leia hacía una mención a ello muy por encima cuando hablaba con el comandante en la Estrella de la Muerte. Sin embargo aquí se han inventado todo un senado que supone el epicentro político de Star Wars. Bastante logrados todos esos asientos que van volando de un sitio a otro. Algunos tampoco recibieron muy bien éste nuevo aliciente pero a mí me parece bastante acertado. Entre líneas puede leerse que éste gigantesco senado está en realidad en decadencia y erosionado desde dentro al no poder controlar las acciones de la Federación. La imagen de un roble a punto de derrumbarse.
Palpatine espera ansioso que Amidala dé el paso de la moción de censura. ¿Qué espera lograr con ello? Pronto lo veremos.
El consejo Jedi pone a prueba a Anakin y el maestro Yoda tiene dudas importantes al percibir miedo en él, puesto que según su razonamiento es el primer paso para terminar llegando al lado oscuro. Al rechazar entrenarle Qui Gon se ofrece para hacerlo en solitario, pues Obi Wan ya puede afrontar las pruebas de Caballero.
Interesante la conversación entre Qui Gon y Obi Wan, en que el alumno replica tímidamente al maestro que no vaya en contra del consejo, pues ya podría formar parte de él si no lo hubiera hecho más veces en el pasado. Ese consejo da la imagen de ser cerrado, de no permitir que nada nuevo entre en él a menos que se haya amoldado y alienado a una serie de directrices básicas que deben cumplirse. Aparece también un código de Jedis, inexistente en la S.O, al que se le suponen más restricciones que libertades.
Una de las más interesantes, y peor recibidas, es el hecho de que Anakin sea considerado “demasiado mayor” como para ser Jedi. Vaya vaya, lo mismo que Yoda comentaba del propio Luke en el Episodio V pese a acabar cediendo. Aunque hasta el Episodio II no veremos a toda una escuela de pequeños Jedi yo no estaría muy a gusto con esta excusa, puesto que tiene muy poco sentido el hecho de no poder entrenar a alguien si no se le ha detectado desde sus primeros años. Parece una injusta restricción que al espectador no le gusta. Además, si nos fijamos, hay una pequeña escena en que Anakin mira muy fijamente a Windu. Se diría que no le ha caído muy bien.
Si antes he comentado que los Jedi estaban descritos ahora como caballeros de la justicia en general, ahora resultan estar metidos en el mundo de la política, pues ellos son los protectores de un gobierno concreto, el de la República en este caso pese a no parece influir en ello directamente. Además el consejo toma decisiones extrañas, enviando a Qui Gon y Obi Wan solos a averiguar la identidad de Darth Maul (ni que fuera tan fácil).
Por último cabe detenerse en el aliciente de los propios midiclorianos de los que ya se ha hablado anteriormente. Reconozco que nunca me he metido nunca en el tema pero según parece el concepto de los midiclorianos es la explicación de dónde surge la Fuerza, algo que muchos preferían dejar a la imaginación. Esos midiclorianos, de los que se comenta que Anakin es quien más nivel posee, aunque vagamente, recuerdan a Dragon Ball en que la fuerza de combate de un personaje se mide con unidades.
De por sí, me consta que éste invento nunca ha tenido muy buena acogida por parte de la fanaticada, pues se considera que en parte traiciona los principios de la S.O.
El Senador Palpatine es sorprendentemente nominado para próximo Canciller Supremo. Dando por hecha su victoria en las urnas por la simpatía de los votantes hacia la situación de Naboo, y que él hará desaparecer la invasión, Amidala decide regresar a su hogar a pesar del peligro. Su plan es convencer a los Gungan de que luchen contra el ejército invasor, siendo esta batalla en realidad un señuelo para vaciar la ciudad de droides lo máximo posible y así poder secuestrar al Virrey y destruir la nave de la Federación que controla a los droides. Padmé se descubre como la auténtica Amidala, ya que su personaje era en ocasiones interpretado por una doble que seguía sus órdenes. Ante este gesto, el jefe de los Gungan decide que irán a la guerra.
Puesto que nunca se le pudo ocultar al público que Natalie Portman iba a ser Amidala, la sorpresa de que en realidad era Padmé, quien había estado con los Jedi y Anakin en Tatouinne en todo momento, no fue tan grande, pero sí consigue que el espectador tenga que replantearse toda la película para adivinar en qué momentos exactos realmente la supuesta Reina es Padmé o no. No resulta muy complicado si se fija uno bien pero ¿quién reparó en alguna de esas acompañantes la primera vez?
Gracias a esta revelación aparece un pequeño agujero de guión entre medias. Se diría que los Jedi no han captado nunca con la Fuerza la verdadera identidad de Padmé, un diminuto cabo suelto que en realidad sería un anticipo de otro aún más escandaloso que vendría en el próximo episodio. Y es que eso de andar hablando telequinéticamente a kilómetros de distancia gracias al uso de la Fuerza, o detectar que Obi Wan está dentro de la Estrella de la Muerte, o notar conmociones en la Fuerza nada más llegar a Tatouinne es algo que en la S.C irá pasando a mejor vida.
El plan de la reina se desencadena, y mientras el ejército droide acude al encuentro de los gungan a las afueras, un pequeño grupo se introduce en la ciudad y libera a los pilotos para que éstos destruyan la nave. Darth Maul aguarda en el palacio a los Jedi y empieza una cuarta batalla.
- Pasaré a comentar cada batalla por separado -
La infantería droide se ve obligada a penetrar a pie dentro del escudo y tras luchar logran romperlo para que los tanques puedan avanzar. Cuando todo parece perdido los droides se desactivan por la destrucción de la nave que les controlaba.
Volvemos a los terrenos de la espectacularidad con esta impresionante batalla. Impresionante cuando los gungan despliegan el gigantesco escudo que detiene los disparos de la artillería y las “humildes” armas que éstos seres usan como hondas, catapultas o escudos de mano. Para mí es mítica la escena en que los droides se despliegan con una escalofriante precisión y marchan a la batalla de forma unánime con la única idea en mente de destruir. Todo muy épico, y muy al estilo Terminator por otra parte. Por lo demás esta última parte de la película presentará hasta cuatro frentes abiertos que nada deben envidiar a la última batalla del Episodio VI.
Las naves que han logrado despegar entablan batalla contra la nave de la Federación, Anakin – que había llegado allí por accidente – destruye el generador y la nave explota perdiendo a los droides.
Era evidente que había que darle algo que hacer a Anakin, ¿o es que no podía quedarse en Coruscant? Estando ocupados los Jedi y Amidala, era el único personaje principal que se podía enviar a la batalla espacial. Vuelve a estar R2 en el asiento del copiloto como ya hizo / o haría detrás de Luke Skywalker, de nuevo más y más paralelismos entre padre e hijo. Bastante buena toda la batalla en sí, con los Droidekas no pudiendo resistir con sus escudos los potentes disparos del caza en que el niño se ha escondido. El generador explota y posteriormente lo hace toda la nave.
Amidala y su grupo logran entrar en palacio y capturar al Virrey.
Poco que comentar salvo el invento del aparato con ventosa para subir de planta y la intervención de la falsa Amidala. Sin ejército y con Palpatine apunto de ser nombrado Canciller, se presume que el Virrey será despojado por el Senado de su franquicia comercial.
Darth Maul mata a Qui Gon pero finalmente es derrotado por Obi Wan y cae por un interminable túnel. Como última voluntad, un agónico maestro pide a su Padawan que entrene a Anakin, convencido de que es el elegido. El discípulo accede.
Llegamos a escenas que fueron una y mil veces repetidas en los trailers, Darth Maul luchando con su doble espada contra Qui Gon y Obi Wan. Un invento en apariencia sencillo pero que había que pensar en él. Este villano siempre tuvo una gran entidad, y al quitarse la capucha los pequeños cuernos que tiene sobre la cabeza le hacen ganar aún más respeto. La lucha es espectacular y viene a confirmar la ya mencionada mejora de las peleas con sable láser, en que cada movimiento fue excelentemente coreografiado. La doble espada del Sith fue de lo más mítico que se pudo rescatar de éste episodio.
Hasta ahora tan solo se había visto morir a un Jedi, Obi Wan, a manos de Darth Vader. Normalmente cuando un Jedi moría su cuerpo se volatilizaba al instante, igual que le ocurría a un viejo Yoda. Aquí en cambio Lucas se deshace de esa idea para ofrecer la tradicional muerte “cinematográfica” y que el público lamente la muerte de Qui Gon, quien ha sido realmente el protagonista de la película y lo orgulloso que en sus últimos momentos se siente de haber entrenado a su Pádawan.
Todo ha terminado, y el recientemente elegido Palpatine desciende a Naboo para celebrar la victoria con Amidala y los ejércitos en medio de todos los festejos, juntos devolverán el esplendor a la República.
Palpatine - Anakin, futuros maestro y aprendiz del lado oscuro en que ya deja entrever que “seguiremos tu carrera con gran interés”. Creo que tan solo es un guiño de Lucas y que no merece la pena preguntarse si ya ha visto en el niño lo mismo que el maestro Yoda y ya tendrá tiempo de pensar detenidamente cómo sacarle provecho.
Este final es similar a los Episodios IV y VI – celebrar una victoria – y evidentemente llega el momento de atar todos los cabos que se puedan lo mejor posible. Palpatine había sido desde el principio el verdadero causante del bloqueo a Naboo, ya que queda constancia que había hecho un pacto con el Virrey . ¿En qué consistió? No se sabe muy bien, pero tampoco hace falta exigir saberlo. Su verdadera intención real era subir un peldaño más en su ascenso al control total del Senado. Él sabía de los problemas de corrupción del anterior Canciller - es fácil pensar que por extensión también era él quien controlaba a los burócratas que a su vez lo tenían bien sujeto -.
Gracias al bloqueo de Naboo, ordenándoselo al Virrey con quien queda claro que había hecho un pacto, y la ineptitud del Canciller orquestada por él mismo, lograría que Amidala se cargara de razones para promover la moción de censura, con lo que lo más difícil ya estaba hecho. Tan solo le quedaba ser elegido nuevo Canciller.
Sin embargo hay un par de cosillas que no terminan de cuadrar. Es extraño que no contara con que los Jedi pudieran entrar en acción, lo que queda patente en la primera conversación que tiene con el Virrey. Y por otra parte no queda del todo claro su nominación para Canciller, ¿tendría a alguien controlado para que le votara? Puede ser.
Al final sus planes se desbaratan pero solo en una pequeña parte, por un lado ha perdido a Darth Maul, su mejor hombre quedándose sin aprendiz, y por otro Naboo ha sido liberado quedándose sin el preciado tratado, pero ha logrado acceder al poder total del Senado habiendo engañado por el camino a todos y ocultado muy hábilmente su elaborado plan. A partir de ahora urdir sus futuros planes será más fácil.
Por su parte, Obi Wan es nombrado Caballero Jedi por Yoda, que sigue sin estar de acuerdo con el hecho de entrenar a Anakin. El joven humano toma la decisión de hacerlo por cualquier medio y respetar la última voluntad de su maestro. Por fin parece que el consejo admite que Darth Maul es un Sith en la escena de la incineración, de nuevo otro paralelismo con el Episodio VI en Luke incinera el cuerpo de su padre en esta costumbre Jedi.
Por último, una de las últimas escenas muestra a Amidala sonriendo a un Anakin quien ya tiene una coleta de aprendiz. Por cierto, muy poco feeling amoroso ha habido entre ambos, pareciendo ella una especie de hermana mayor que ni de broma se interesaría por un niño tan adorable como él. Una vez más solo queda preguntarse si teniendo en cuenta el papel de Anakin Skywalker en este Episodio, alejado objetivamente de las niñerías, no hubiera podido hacerlo un adolescente soñador y bondadoso que enamorara a Padmé.
Recepción y crítica.
Más allá del éxito de taquilla, la película en líneas generales no recibió buenas críticas. Tanto público como crítica la consideraron una decepción alegando que era una película demasiado infantil y que difícilmente se integraba en los acontecimientos de la S.O, contando una historia que se situaba a treinta años de aquellas. Muchos le acusaron de que las grandes expectativas se diluían pronto y que el nuevo formato digital sustituía – sino arruinaba – la magia de la original. Los nuevos alicientes no conectaron con una gran parte del público, que vió exigencias de guión enormes e interpretaciones flojillas. ¿Es que no hay bancos futuristas en Tatouinne para cambiar el dinero de la República?
Los Razzie olieron rapidamente la sangre de esta supuesta decepción, pese a que en realidad la opinión fue mejorando poco a poco, y se frotaron las manos con ella otorgándole la escalofriante cifra de nueve nominaciones, de los cuales ganaría uno, el ya comentado peor actor secundario a Best por Jar Jar.
Me despediré con mi propia opinión. A mí personalmente y de la nueva trilogía, es la que más me gusta con mucha diferencia. Si se compara esta película familiar, comercial y de aventuras con el soso romance y guión casi imposible del Episodio II o con las fallidas respuestas del Episodio III, ésta entrega es la más entretenida de todas. Es cierto que es predecible y quizá se pierde mucho tiempo en Tatouinne con toda la carrera de vainas, pero como película en sí tiene pocas carencias. La mayoría de las ideas que se inventaron a mí me dejaron satisfecho, pues aunque alguna no lo hiciera la mayoría sí.
¿Demasiado infantil? ¿Qué entrega de Star Wars no ha sido una película ideal para niños?
Nota en FilmAffinity: 6.2
Nota en imdb: 6.4
Nota mía: 8.5